Este próximo domingo 20 de julio de 2025, la localidad de Chipiona acogerá una concentración ciudadana en defensa del río Guadalquivir, convocada a las 11 de la mañana junto al faro, en la plaza de las Américas. La cita, bajo el lema “Salvemos el Guadalquivir”, reunirá a vecinos y vecinas de los municipios situados a lo largo del estuario, desde Sevilla hasta la Bahía de Cádiz.
El acto ha sido convocado de forma conjunta por los ayuntamientos de Chipiona, Trebujena, Coria del Río y Lebrija, junto a diversas asociaciones económicas y medioambientales de las localidades afectadas. Durante la concentración, se reclamará públicamente al Presidente de la Junta de Andalucía que decrete una moratoria inmediata a los vertidos mineros con metales pesados procedentes de las minas Cobre las Cruces y Minera Los Frailes (mina de Aznalcóllar), previstos para ser arrojados al cauce del Guadalquivir.
Además, los representantes de las entidades participantes exigirán la creación de un comité de expertos independientes y de reconocido prestigio que analice el estado actual del estuario y evalúe los riesgos ambientales que podrían generar dichos vertidos sobre el agua, los sedimentos y la vida acuática tanto del río como de la Bahía de Cádiz.
Estas demandas ya fueron aprobadas como mociones plenarias en los ayuntamientos de Chipiona, Sanlúcar de Barrameda, Rota y Trebujena, y trasladadas oficialmente al presidente autonómico el pasado 9 de abril, a través de una carta firmada por diez municipios ribereños —entre ellos, Sanlúcar, Lebrija, Los Palacios y Villafranca, Isla Mayor, Puebla del Río y Camas— y por entidades como COAG Andalucía, Federación de Pescadores de Cádiz, ACITUR, SALARTES, FACUA, Marea Blanca Andalucía y la Asociación Salvemos el Guadalquivir.
Según denuncian los convocantes, hasta la fecha, la Junta de Andalucía no ha dado respuesta a estas peticiones, motivo por el cual se ha promovido esta movilización en Chipiona. Las organizaciones instan a participar a todas las personas que habitan o trabajan en las riberas del estuario, desde La Algaba y Sevilla hasta la Bahía de Cádiz, especialmente a quienes dependen del río para sus actividades pesqueras, agrícolas o turísticas.
Advierten que los vertidos de metales pesados en disolución, como cromo, plomo, selenio o mercurio, podrían suponer una catástrofe ecológica y económica para las actividades que dependen directamente del estado del río y la calidad de los productos y servicios asociados a él.
Los ayuntamientos implicados y las organizaciones sociales firmantes hacen un último llamamiento a acudir el domingo a Chipiona: “Hay que proteger el Guadalquivir, que es vida para nuestros pueblos. No podemos permitir que lo conviertan en un vertedero metálico, como ha ocurrido ya con otros ríos cercanos”.