Ecologistas en Acción ha presentado 25 alegaciones al proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Sanlúcar de Barrameda, reclamando al Ayuntamiento una revisión profunda de la propuesta municipal. Según la organización, el planteamiento actual es insuficiente para alcanzar los objetivos de calidad del aire y reducción de emisiones fijados por ley.
En un comunicado, el colectivo ecologista propone ampliar la superficie de la ZBE para incluir la zona de El Palomar-El Palmar, así como los entornos de centros educativos como el CEIP Blas Infante, el IES Cristóbal Colón y el CEIP Virgen de la Caridad. A su juicio, la extensión propuesta por el Consistorio no permite cumplir con el objetivo de reducir un 32 % las emisiones de CO₂ antes del año 2030, conforme al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
La entidad también insta al gobierno local a finalizar la red de carriles bici prevista en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), aprobado en septiembre de 2023, e implantar un sistema municipal de bicicletas compartidas en distintos barrios, tal como recoge dicho plan. Además, propone aumentar la frecuencia de los autobuses urbanos a un máximo de 15 minutos, extender su funcionamiento de 7:00 a 23:00 horas y electrificar la flota de vehículos.
Otra de las propuestas destacadas, según el documento remitido al Ayuntamiento, es la de potenciar las zonas verdes y el arbolado urbano en los espacios que se liberen del tráfico motorizado, con el fin de reducir el efecto isla de calor, mejorar la biodiversidad y facilitar la permeabilidad del suelo.
Según Ecologistas en Acción, el proyecto municipal no solo carece de ambición, sino que llega con más de dos años y medio de retraso respecto al plazo legal establecido por la Ley de Cambio Climático, que exigía la aprobación de las ZBE antes del 1 de enero de 2023. Esta demora, añade el colectivo, ha provocado que Sanlúcar no pueda acceder a dos convocatorias estatales de ayudas valoradas en 1.000 millones de euros, ni beneficiarse de la gratuidad del transporte público urbano.
Entre las alegaciones presentadas se incluye también la petición de establecer objetivos cuantificados de reducción de emisiones y mejora de la calidad del aire, con mecanismos de seguimiento mediante estaciones de medición. Asimismo, se reclama mejorar el proceso de información pública, señalando con claridad las fechas de inicio y fin del mismo, y fomentar la participación de los vecinos en el diseño y ejecución del plan.
El proyecto municipal contempla únicamente dos de las cinco zonas delimitadas como aptas para convertirse en ZBE dentro del PMUS –los barrios Alto y Bajo–. Según la organización, lo óptimo sería aprobar al menos cuatro de esas cinco zonas para que el plan sea eficaz y coherente con los objetivos de sostenibilidad marcados tanto a nivel estatal como europeo.
Por último, Ecologistas en Acción recuerda que la reducción de la velocidad a 30 km/h en todo el núcleo urbano sigue sin aplicarse con rigor. La propuesta incluye una fase inicial de información y sensibilización, seguida de sanciones en caso de incumplimiento, como medida clave para fomentar una movilidad más segura y menos contaminante.