Tras conocer esta semana la renuncia de la abogada Lucía Rodríguez como concejala del Partido Popular en Sanlúcar de Barrameda, la formación política ha reaccionado mediante un comunicado en el que aseguran desearle “suerte en su nueva etapa personal y profesional”.
Tanto la dirección del partido como el grupo municipal popular respetan la decisión adoptada, pero no comparte las declaraciones realizadas en las que cuestiona el trabajo de oposición realizada por la formación. En este sentido, los populares consideran que la labor llevada a cabo por el grupo municipal y el partido, con Carmen Pérez a la cabeza, es rigurosa, con una fiscalización del gobierno de IU y PSOE que ha servido “para poner las contradicciones de la alcaldesa, Carmen Álvarez, con lo prometido en la oposición, la ruptura de facto del pacto entre ésta y su socio, y las nefastas consecuencias en la gestión política que perjudica a los sanluqueños y el interés general de la ciudad”.
Lucía Rodríguez, que ya ha presentado formalmente su renuncia en el registro del Ayuntamiento de Sanlúcar, criticó en su salida la “falta de protagonismo” de la nº1 de los populares en Sanlúcar. “Echo en falta una líder fuerte, que tenga protagonismo en los plenos, que sea capaz de rebatir cada cuestión que se somete a su consideración, y que tome el liderazgo en los actos públicos”.
El grupo político ha aprovechado esta oportunidad para sacar a relucir sus resultados en las últimas elecciones celebradas, “merecedora de la confianza de forma mayoritaria en las urnas en las cuatro últimas citas electorales, con las victorias en locales, autonómicas, nacionales y europeas”.
“El PP es, a día de hoy, la voz de los sanluqueños, gracias al contacto permanente con los sanluqueños, tanto a título particular, como organizados, y cuyas iniciativas, quejas y propuestas son defendidas por los populares en el Pleno municipal”, ha asegurado el partido en una nota enviada a los medios.
Finalmente, la formación se felicita por la entrada en el Pleno municipal de Esperanza Zaragoza, graduada en Derecho, de 28 años, que supone “un activo muy importante para la acción política”.