La reciente noticia de que el precario pacto de gobierno que venían sosteniendo tanto Izquierda Unida y el PSOE de Sanlúcar haya saltado por los aires genera muchos interrogantes en la sociedad sanluqueña. Dejando de lado la extraña pareja que la alcaldesa, la Sra. Álvarez, hacía con su hasta hace unas horas 1º teniente de alcaldesa (y no olvidemos, anterior alcalde de la localidad) el Sr. Mora; lo que era incontestable es que las matemáticas sumaban. Aunque tampoco fuera una sorpresa que ambos líderes tenían una relación tirante, las formaciones que lideran cuentan con 7 concejales en la corporación municipal, por lo que tenían asegurada la mayoría absoluta en los plenos. Esta mayoría les permitía, si se ponían de acuerdo claro está, sacar adelante proyectos como presupuestos, modificaciones presupuestarias y asuntos orgánicos del Ayuntamiento que son competencia del citado pleno. Pero con este escenario, se abre un período de incertidumbre política.
Contrario a una creencia algo extendida, la ruptura del pacto no implica, per se, el desalojo de Izquierda Unida de la alcaldía. Tampoco es motivo por el que se convoquen elecciones. Es decir, los sanluqueños no vamos a ser llamados a las urnas. La Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, en su artículo 42.3 lo deja bien claro. Las elecciones municipales en toda España se realizarán el cuarto domingo de mayo de cada año que corresponda, y los mandatos se extenderán durante 4 años. Así que, con lo que la ley dispone, quedan aun más de dos años de mandato en los que la corporación local, es decir, los grupos políticos, están obligados a ponerse de acuerdo para sacar adelante proyectos para la localidad que necesitan de la aprobación del pleno municipal.
Y digo a ponerse de acuerdo porque las matemáticas tampoco suman en el bloque opositor, salvo sorpresa mayúscula. Descartando al PSOE de Sanlúcar, los 9 concejales del PP de Sanlúcar y los 2 de Vox Sanlúcar que conforman las restantes fuerzas en pleno tampoco suman la mayoría que requiere el artículo 197.1.a) de la anteriormente nombrada Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General para plantear una moción de censura. La única opción sería sumar los votos del PSOE de Sanlúcar ¿será esta una posibilidad para desalojar a la Sra. Álvarez de la alcaldía?
Se presenta entonces el más difícil todavía para la regidora. Ya que para aprobar sus presupuestos necesitará el apoyo de alguno de los dos grupos mayoritarios de la oposición. Con los cuales sus relaciones, a la vista está, no son del todo cordiales. Y parece ser una utopía que alguno muestre su apoyo a estos proyectos de la alcaldesa. Por lo que, si no existe voluntad política, estamos abocados al bloqueo institucional de nuestro ayuntamiento.
Si ya se le va a hacer difícil a la Sra. Álvarez mantener la gestión diaria del ayuntamiento con solo 6 concejales, más difícil se le hará si no consigue sacar adelante un presupuesto en los próximos años. Pierde en definitiva la ciudad, por anteponer nuestros políticos, como suele ocurrir, sus intereses particulares a las necesidades del municipio. Por eso, de esta tribuna, seguiremos analizando la situación del ayuntamiento de nuestra localidad, siguiendo muy de cerca los pasos que los principales actores políticos den en los próximos años.