Mucho se ha hablado en las últimas semanas sobre la venta de los cascos bodegueros de la calle Mar. Su propietario, el empresario bodeguero sanluqueño Francisco Yuste, ha aclarado por primera vez que las manzanillas de Argüeso no se perderán y asegura que, con esta operación, «Argüeso no se ha vendido».
Según ha explicado, se han vendido los 14.000 metros cuadrados del inmueble, no así el contenido enológico de las bodegas: «De las mil y pico de botas que tenemos en Santo Domingo no se ha vendido ninguna. Solo he vendido 100 botas», en referencia a las que se crían en sus instalaciones de la Carretera de Chipiona. Así pues, marcas como Argüeso, La E, Viruta, Reserva de Familia o el Amontillado, aún son propiedad de la familia sanluqueña.
Durante la clausura del Curso de Tonelería, una iniciativa con la que Bodegas Yuste, en colaboración con la Confederación de Empresarios, busca preservar una profesión imprescindible para la crianza vitivinícola, Yuste ha señalado que confía en que la nueva propietaria del inmueble, la empresaria jerezana Helena Rivero, presidenta de Bodegas Tradición, pueda continuar con el proyecto vinatero que él rescató en 2016.
En caso de no prosperar un acuerdo con la nueva propietaria para mantener las botas en el antiguo convento de Santo Domingo, fechado en 1560, el empresario ha adelantado que construirá una nueva nave en sus bodegas de la Carretera de Chipiona, donde dispone de más de 20.000 metros donde podrá «seguir criando la solera».

Por ahora, ha afirmado que ha dado margen hasta después de las fiestas para cerrar un acuerdo. De no producirse, se llevará las botas y continuará criándolas en las instalaciones principales de Bodegas Yuste, empresa familiar que gestiona desde hace ya varios años su hijo Alberto Yuste.




