Poesía en las calles
Desde hace unos días, se ha visto a una mujer en la Calzada regalando poemas, ella es Monste Barrero y es una apasionada de la poesía. Durante las tardes de la ciudad, su máquina de escribir y sus ganas de compartir hacen que los presentes que pasen por la Calzada se paren ante ella. No es una novata y para demostrarlo ha publicado un libro de poesía junto a dos cuentos infantiles. Además, participa en la Poetry Slam, una asociación cultural sin ánimo de lucro formada por poetas y artistas voluntarios. Es una nueva forma de comunicación y de plataforma para la literatura. Su actividad comenzó tras conocer a unas personas que salían a la calle a compartir sus poemas con los demás, movimiento que tiene origen en Francia. “Se ponían con la máquina de escribir en la calle, entonces me pareció una iniciativa chulísima” comparte Barrero.
Hace unos cinco años decidió iniciar esta práctica en Santillana del Mar, un pequeño pueblo en Cantabria, de donde es. Durante el verano salía a la calle con su máquina de escribir, ya que la experiencia de interactuar con las personas que pasaban por ahí le parecía una de las maneras más bonitas de mostrar su pasión. “Tienes que conectar con esa energía” explica Montse Barrero. Los temas que le comparte la gente debe de llevárselo a su persona y así poder escribir una poesía que los identifique. Cada uno que se acercaba tenía una historia, una emoción o un tema en específico.
Para ella la poesía no tiene precio, es una forma de expresar los sentimientos para conectar de una manera emocional con la gente. “Algo que te escriben para ti, pues creo que es algo que no se compra ni en Amazon ni en ningún sitio” comenta Barrero. Como ella expresa, le encanta ver la reacción de la gente, la emoción y ese es el motivo por el que lo realiza. Su objetivo es, como menciona, embellecer el mundo.
Es profesora de educación infantil, por lo que lleva a su terreno esa devoción escribiendo cada año un poema personalizado a los niños y como son pequeños, no saben leer por lo que les graba el escrito y se los reproduce. Comenta con alegría como años después le vienen padres a decirles que aún guardan el poema y lo siguen reproduciendo algunas noches.
Los temas más frecuentes son los derivados del amor, la amistad, la familia, la tristeza, los viajes, etc. Recuerda mientras estaba en Santillana del Mar que las personas que peregrinaban hacia Santiago de Compostela se paraban a pedirle un poema de recuerdo por el camino. Esas cosas son las que le encanta, poder formar parte de un recuerdo preciado para la persona. También ha escrito sobre temas tristes, como la petición de una niña de quince años que quería un poema para su prima fallecida que debía de estar de vacaciones con ella en ese momento. Se encargó de hacerla sentir que estaba con ella pero sobre lo que más disfruta escribir es sobre el amor, con gracia habla sobre la vez que vino una chica a pedirle un poema sobre almejas y percebes y fue que su marido era mariscador.
Versos para todos
En cuanto a influencias, Montse dice un nombre: Gloria Fuertes. “Me siento muy identificada con ella” explica. Siente que tiene ese punto de cercanía con la infancia, de saber hablar de cosas crudas poniéndole un toque de humor. Cuenta que España ha tenido la suerte de conocer y escuchar a la poeta porque salía en la televisión, además de ella tiene más influencia, pero Gloria es su referente.
Durante su trayectoria, Barrero ha tenido experiencias inesperadas que le han hecho darse cuenta que la poesía es su fuerte. Por ejemplo, una vez fue a un festival urbano a acompañar a un amigo y le dieron un dorsal, ella no pensaba participar, pero a la hora de los premios se llevó el premio del público gracias a la observación de la gente. “No tengo ninguna expectativa ni lo hago con ningún interés de nada, sino para compartir” sentencia Montse.
Una anécdota que Barrero recuerda con cariño ocurrió el Día del Árbol, 21 de marzo, cuando la contrataron en una biblioteca para una actividad de niños y les tenía que escribir algo relacionado con el árbol, pero claro, ella se ríe porque menciona que cada niño venía a contarle los temas que les gustaban; uno el fútbol, otro Pokémon, etc y es así como la biblioteca alucinó cuando vio la cola que se había formado tras ella.
“Esto no es por lujo, ni es por fama, ni por renta, pero con tu donativo tienes poeta contenta”, escribe Montse como su lema. Con estas palabras quiere transmitir que lo único que desea es acompañar en las emociones que uno a veces no sabe a lo mejor expresar y ayudar a dibujarles una sonrisa en la cara. Montse Barrero pone su máquina de escribir en la Calzada de ocho a diez de la tarde, junto a la oficina de Turismo.