Recientemente en las redes sociales, el grupo Socialista en el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda anunciaba que iba a instar a la señora alcaldesa a aprobar un plan de vivienda y a suspender las licencias de viviendas turísticas. Anuncio que ha tomado forma a través de una moción que irá a pleno el próximo 31 de marzo. Antes de entrar en materia, me gustaría analizar dos cosas.
La primera de ellas es que la moción planteada es más bien un simple ruego. El pleno carece de competencia para paralizar las licencias de viviendas turísticas y, a su vez, no es el órgano administrativo que aprobara el eventual plan. Por lo la validez de la propuesta no va más allá del juego político de que la oposición le marca la agenda a la alcaldía. En segundo lugar, no deja de ser sorprendente que el grupo socialista, con responsabilidad de gobierno en el área directamente afectada hasta hace menos de 1 mes, y desde hace varias legislaturas, traiga a colación una circunstancia que era recurrente y que, claramente, se veía venir desde hacía años: Sanlúcar tiene un grave problema con la vivienda, sobre todo, la vivienda en alquiler. Hecho consumado tras años de inacción política, ya sea con la no construcción de vivienda social, o con el no desarrollo de ordenanzas municipales que pongan coto al uso turístico de los inmuebles que conforman el parque de viviendas de la localidad. Ya que, recordemos, la planificación urbanística y de vivienda son competencias municipales.
Conociendo como conocen nuestros políticos la institución local… O más bien, debiendo conocer nuestros políticos correctamente el funcionamiento de la institución local, saben que la capacidad de gestión de la oposición es muy limitada. Siendo el equipo de gobierno local el que llena de contenido la actuación municipal. En todo caso, y aunque sea con interés político, va a hablarse de vivienda en el pleno municipal. No olvidemos que la propia Sra. Álvarez ha hablado de vivienda en más de una ocasión pero que desde hace un año este tema de clamorosa actualidad no ha vivido avances significativos.
Será interesante ver la postura de los grupos políticos ante esta iniciativa. ¿Llegaran a algún consenso? ¿O simplemente servirá para escenificar un nuevo choque entre los antiguos socios de gobierno? Mientras tanto, la ciudad espera soluciones que deberán poner sobre la mesa.
