Hay momentos y sabores que nunca se olvidan, y Hermoso Ibáñez es responsable de muchos de ellos. Esta semana ha vuelto a ponerse al frente de su puesto, devolviendo a la Calzada de la Duquesa Isabel una parte importante de la esencia que un accidente laboral le arrebató en junio de 2024.
El popular churrero ha retomado su labor tras más de un año de baja, acompañado, como siempre, por su esposa y compañera de trabajo, Loli Raposo, con quien lleva décadas sirviendo desayunos a sanluqueños y visitantes.
En junio de 2024, Ibáñez sufrió quemaduras de tercer grado en brazos y manos cuando el aceite que calentaba para elaborar los churros provocó un incendio. Al retirar la base del recipiente para evitar daños mayores, el aceite hirviendo le alcanzó, provocándole lesiones de extrema complejidad y teniendo que ser trasladado en ambulancia al Hospital Puerta del Mar de Cádiz.
Tras un largo proceso de recuperación, Hermoso y Loli han vuelto con la energía y la cercanía que les caracteriza, recibiendo el cariño de sus vecinos, que por supuesto celebran la vuelta de los churros de siempre, los de toda la vida. ¡Qué bonito volver a escuchar “vamos a por churros a la Calzada”!