Un día como hoy, un 6 de septiembre pero en 1522, la Nao Victoria regresaba a Sanlúcar de Barrameda, culminando la primera vuelta al mundo. Han pasado 502 años desde que 18 intrépidos navegantes, liderados por Juan Sebastián Elcano, regresaran tras completar la mayor gesta de la historia marítima. Su proeza, un viaje iniciado en 1519 bajo el mando de Fernando de Magallanes, marcó un hito que cambió para siempre la visión del mundo.
La expedición, que partió con cinco naves y más de doscientos hombres, atravesó océanos y descubrió nuevas rutas, enfrentando tormentas, enfermedades y enfrentamientos. Aunque solo una nave y una mínima parte de la tripulación lograron regresar, la hazaña de circunnavegar el planeta se consolidó como una de las mayores gestas de la humanidad. Fue Elcano quien, tras la muerte de Magallanes en Filipinas, condujo a la tripulación a un regreso triunfal que confirmó que la Tierra era redonda y navegable en su totalidad.
Entre esos supervivientes se encontraba Antonio Pigafetta, el cronista que detalló con precisión cada paso de la expedición. Sus escritos son un legado que ha permitido que este hecho sea recordado como uno de los más grandes logros de la historia de la humanidad.
Hoy, Sanlúcar de Barrameda recuerda este día como un símbolo de valentía, perseverancia y descubrimiento. La primera vuelta al mundo no solo abrió nuevas rutas comerciales y consolidó a España como una potencia naval, sino que se erigió como la mayor gesta del hombre en su deseo por conocer y conquistar lo desconocido. Un viaje que, 502 años después, sigue siendo recordado como un testimonio del espíritu humano por superar los límites y alcanzar lo imposible.