La alcaldesa de Sanlúcar, Carmen Álvarez, ha anunciado en su perfil de Facebook que el próximo lunes se aprobará en el pleno municipal el inicio del expediente para conceder el título de Hija Predilecta de la Ciudad a la reconocida cantaora María Vargas.
La regidora ha destacado que María Vargas es “una reliquia viva del flamenco, nuestro arte más genuino” y recordó la extensa trayectoria de la artista, quien ha recibido importantes distinciones, como la Medalla de Oro de las Bellas Artes. Con esta propuesta, el Ayuntamiento de Sanlúcar y su pueblo reconocerán a Vargas por su contribución al flamenco y su vínculo con la ciudad.
Álvarez calificó la decisión de “merecidísima” y mostró su admiración y cariño hacia la cantaora sanluqueña, que se ha consolidado como una de las grandes voces del flamenco a lo largo de los años.
Una vida dedicada al flamenco
María Vargas nació en una familia gitana de gran tradición flamenca. Su principal referente y maestro fue su padre, Manolo Vargas, quien le transmitió los secretos del arte jondo desde pequeña. Con tan solo nueve años, María comenzó a destacar en Sanlúcar, cuando durante el Miércoles Santo de 1956, emocionó a los presentes al cantar una saeta a la Virgen de los Dolores desde un balcón.
Su talento fue reconocido rápidamente, y en 1959, con tan solo doce años, participó en un homenaje de la Cátedra de Flamencología de Jerez. Ese mismo año, tuvo su gran revelación artística en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, donde consiguió el tercer premio por tientos y bulerías en el Segundo Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Con solo quince años, fue nombrada Catedrática del Cante Gitano, un reconocimiento excepcional para su corta edad.
En su trayectoria, ha trabajado junto a grandes figuras del flamenco, como el guitarrista Manolo Sanlúcar, con quien grabó en 1970 el LP titulado La Reina del Cante Gitano. Tres años más tarde, en 1973, grabó un disco junto al legendario Paco de Lucía, consolidando así su posición como una de las voces más importantes del flamenco de su tiempo.
Su dedicación al cante y su capacidad para transmitir la esencia del flamenco han hecho de María Vargas una referencia indiscutible, no solo en Sanlúcar, sino también en el panorama flamenco internacional.