La Guardia Civil de Cádiz ha desarticulado en Sanlúcar de Barrameda una plantación de marihuana enterrada bajo una explotación avícola dedicada a la cría de pavos, donde se habían instalado tres contenedores marítimos de 30 metros cuadrados cada uno. En su interior se localizaron 675 macetas con plantas de cannabis, además de una compleja infraestructura eléctrica conectada de forma fraudulenta al alumbrado público.
El operativo, desarrollado el pasado 18 de septiembre, permitió igualmente descubrir otro contenedor sobre el terreno que funcionaba como secadero de cogollos, equipado con tres nasas en proceso de deshidratación. Durante la actuación, dos de los implicados intentaron huir saltando el vallado con sacos de basura llenos de cogollos, aunque fueron detenidos tras ocultarse en la vivienda situada en la propia finca.
En total, los agentes se incautaron de 57,760 kilos de sumidades floridas de marihuana, así como de un extenso equipamiento destinado al cultivo indoor: 15 aparatos de aire acondicionado, 56 lámparas, 6 extractores, 5 filtros de carbono, 2 humificadores, 9 ventiladores, 2 peladoras y numerosas cámaras de vigilancia que controlaban tanto el subsuelo como el exterior de la granja.
Las primeras pesquisas comenzaron cuando el Equipo Águila de la Guardia Civil detectó indicios de un posible cultivo ilegal bajo la explotación avícola. El amplio terreno y la actividad diaria en la granja permitían disimular el olor característico del cannabis y el ruido de los aparatos eléctricos, lo que dificultó el avance de la investigación.
El registro de la finca, al que se accedió a través de una pequeña puerta que conducía a unas escaleras subterráneas, reveló el entramado oculto. La operación contó con la participación de varias unidades especializadas, entre ellas el Equipo Águila, PAFIF de Sanlúcar, USECIC, Equipo Pegaso con drones y efectivos de Seguridad Ciudadana de Jerez y Rota.
Finalmente, cinco personas fueron detenidas como presuntas autoras de un delito de pertenencia a grupo criminal, un delito contra la salud pública por cultivo y elaboración de drogas tóxicas, y un delito de defraudación de fluido eléctrico. Las diligencias permanecen abiertas y no se descartan nuevas detenciones.
