Amanecía el martes en Sanlúcar de Barrameda cuando Jerónimo Fernández salía junto a cinco amigos para tratar de buscar, río arriba, una embarcación perdida. Su lancha se había desamarrado el día anterior y llegaron incluso hasta Coria del Río para tratar de buscarla sin éxito.
Lo que no se imaginaban Jeromo, Antonio, David, Jero, Jesús y Sergio es que al volver terminarían salvándole la vida a un pequeño potro, a punto de morir en el Caño del Brazo de la Torre, frente al Pinar de la Algaida de Sanlúcar de Barrameda, en el término del Parque Nacional de Doñana.
El Brazo era la última esperanza de encontrar la embarcación Quinonono hasta que vieron asomar la cabeza de un potro de, estimamos, apenas uno o dos años. Inmediatamente no dudaron y se lanzaron a rescatarlo. “Le dimos agua, un poco de verde que recogimos por allí y cuando empezó a andar por su propio pie ya nos fuimos”, cuenta Jerónimo Fernández a Barramedia. En Doñana es habitual encontrarse con grupos yeguas y potros marismeños, que habitan las zonas inundables y se alimentan de pastos de manera salvaje.
Otros tres sanluqueños que se encontraban mariscando por la zona asistieron al grupo de Jerónimo: “Cuando lo estábamos sacando vinieron otros tres chavales en una lancha de pescar”. Les dieron cuerdas para tratar de asistir al animal y se unieron a las maniobras para tratar de sacarlo del denso fango que lo atrapaba.
“No hemos encontrado mi embarcación, la hemos perdido, pero por lo menos nos hemos quedado contentos por salvar al animal”, aseguraba Jerónimo Fernández.
El potro, finalmente, consiguió salir por su propio pie y continuó en libertad gracias a la ayuda de este grupo de sanluqueños.
