El compromiso de Andalucía con la erradicación de la violencia de género se traduce en numerosas iniciativas destinadas a la protección de las mujeres víctimas, a su atención y a la detección de síntomas cuando son atendidas en los centros sanitarios. En el contexto de la atención sanitaria surge un programa de certificación denominado ‘Centros comprometidos contra la violencia de género’, impulsado por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias y desarrollado por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA), que cuenta ya con 50 centros sanitarios que han obtenido distintivo.
Este programa de certificación ‘Centros comprometidos contra la violencia de género’ es un sistema de ayuda y reconocimiento a la labor de los centros del sistema sanitario andaluz en la atención a las víctimas y en la lucha contra la violencia de género desde el ámbito sanitario. En este sentido, pretende constituirse especialmente en una distinción que permita a las mujeres identificar a los centros sanitarios como entornos seguros y especializados en el abordaje de este tipo de violencia.
Los centros que se sumen a esta iniciativa podrán evaluar y acreditar su grado de implantación de buenas prácticas en el abordaje de la violencia de género según unos estándares definidos por el grupo de expertos, coordinado por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, y recogidos en el manual. Estos estándares recogen diferentes aspectos relacionados con la asistencia y la gestión de los centros: la formación de los profesionales, los sistemas de detección, intervención y seguimiento de casos, la coordinación con los equipos de atención individualizada y las otras administraciones, así como la sensibilización, la prevención y el trabajo comunitario.
Andalucía es la primera comunidad autónoma que impulsa este programa de certificación. La región busca conformar una red de centros especializados en la atención integral a mujeres víctimas de violencia de género, así como hacer público el compromiso en dicha lucha de estos centros que, a menudo, son los primeros en detectar casos de violencia de género y atender a las víctimas. De este modo, reafirma su compromiso con la prevención y erradicación de la violencia de género, fortaleciendo la respuesta sanitaria y promoviendo un trabajo conjunto entre instituciones, profesionales y ciudadanía para avanzar hacia una sociedad más segura, igualitaria y libre de violencia.
Esta iniciativa de éxito se está adaptando y desarrollando en nuevos ámbitos y espacios, como el universitario, en el que la Universidad de Granada, con el asesoramiento de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica y la ACSA (integrada en la Fundación Progreso y Salud) otorga la acreditación ‘Centros universitarios libres de violencia de género’.
Otro ámbito novedoso y de especial trascendencia es el de la Red de Atención a las Adicciones, para la que conjuntamente la Dirección General de Atención Sociosanitaria, Salud Mental y Adicciones y la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica están promoviendo el distintivo ‘Centros de atención a las adicciones comprometidos contra la violencia de género», que ya está en pilotaje. Once centros han recibido el distintivo.
La Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental (Faisem) ha desarrollado igualmente su esquema de garantía de calidad de ‘Centros de atención social a personas con problemas de salud mental comprometidos contra la violencia de género‘.
La violencia de género supone una vulneración de los derechos humanos y es también, como reconoce la propia OMS, un grave problema de salud pública, atendiendo a su prevalencia, a su impacto en la salud y a la respuesta que exige por parte de los servicios sanitarios. De acuerdo con los datos disponibles, se estima que casi la mitad de las mujeres expuestas a violencia de género buscan ayuda en los servicios sanitarios, principalmente en Atención Primaria. En concreto, más de 7.000 fueron atendidas en la sanidad pública andaluza en 2019. Los profesionales del ámbito sanitario tienen una posición de privilegio para la detección y abordaje de este tipo de violencia, y esta certificación nace con el objetivo de apoyarles en esta labor.










