En pleno verano, la plaza más icónica de Sanlúcar de Barrameda se ha convertido en el epicentro de una problemática en aumento: la proliferación de vendedores ilegales, conocidos como manteros. Comienzan a instalarse a primera hora de la mañana y algunos aguantan ininterrumpidamente hasta bien pasada la medianoche.
Hasta una decena de mantas pueden verse repletas de productos al mismo tiempo en la propia plaza y en calles aledañas como Ancha, Ramón y Cajal o Bolsa. Comerciantes consultados por Barramedia han expresado su preocupación ante la falta de medidas de control por parte de las autoridades municipales.
Los establecimientos de la zona, que dependen del flujo constante de turistas y locales, miran con preocupación la competencia desleal que representan los manteros. La presencia de estos vendedores, que ofrecen productos eminentemente falsificados a precios considerablemente más bajos, está generando una situación que, según los comerciantes, requiere de “una intervención urgente”.
A pesar de las repetidas denuncias y la solicitud de una mayor vigilancia, los empresarios locales sienten que la respuesta por parte de las autoridades no es suficiente. “Sabemos de la situación de estos manteros, muchos llevan años aquí en situación irregular y tienen que buscarse la vida de alguna forma. No se meten con nadie, pero tampoco podemos hacer de esto una costumbre”, comenta un comerciante que prefiere permanecer en el anonimato.
A esta problemática se le suma, además, la ocupación del poco espacio restante para el tránsito de una zona ya de por sí saturada por los veladores de la treintena de establecimientos de restauración que dan vida a la catedral de la gastronomía.