Ecologistas en Acción ha realizado una protesta en el aliviadero de Cabo Noval para denunciar los constantes vertidos de aguas fecales sin depurar al Guadalquivir a través de varios puntos de la ciudad, una situación que viene afectando a las playas sanluqueñas y al entorno natural del río. La organización asegura que el Ayuntamiento cerró el aliviadero apenas 6 horas antes de la concentración, que llevaba días emitiendo aguas residuales sin tratar y que finalmente se detuvo poco antes de que desplegaran las pancartas con los lemas “NO MÁS CONTAMINACIÓN” y “VERTIDOS NO”.
Las intensas lluvias del mes de octubre, que registraron 105 l/m² entre los días 11 y 16 y 47 l/m² entre el 29 de octubre y el 1 de noviembre, han causado numerosos vertidos a las playas de Sanlúcar. La situación se agravó por la rotura del colector de la Avenida de Bajo de Guía, que desde el 5 de noviembre ha vertido miles de litros de aguas fecales sin depurar. Según Ecologistas en Acción, este problema no es nuevo y ha sido reiteradamente denunciado, sin que se hayan tomado medidas eficaces por parte del Ayuntamiento o de la empresa concesionaria Aqualia.
Durante la protesta, la alcaldesa Carmen Álvarez, acompañada del delegado de Infraestructuras, David González, y de técnicos de Aqualia, se acercó hasta el Paseo Marítimo para reunirse con representantes de Ecologistas en Acción de cara a abordar la problemática. La organización ecologista insiste en que es urgente la instalación de redes de retención para evitar que sólidos como toallas, plásticos o restos de detergentes lleguen a las playas y al río. “La solución inmediata es posible y el coste sería asumible para el Ayuntamiento”, sostienen desde la organización, quienes afirman que esta propuesta fue entregada hace un año al Consistorio sin recibir respuesta formal hasta el momento.
Además, Ecologistas en Acción ha reiterado su oferta de apoyo técnico para solucionar el problema de fondo y ha presentado varias propuestas que considera indispensables para acabar con los vertidos: eliminar las conexiones de aguas residuales en puntos críticos como los arroyos de San Juan y Salto del Grillo, construir un tanque de tormentas para evitar colapsos en el alcantarillado, instalar compuertas para evitar la entrada de agua salada en la red y trasladar el colector de Bonanza fuera de la playa. A largo plazo, consideran que es esencial la construcción de una nueva depuradora en las marismas de La Algaida.
Aunque la alcaldesa reconoció la gravedad de la situación y se comprometió a trabajar “poco a poco” en posibles soluciones, desde Ecologistas en Acción consideran que el gobierno local no está actuando con la urgencia necesaria. En este sentido, exigen la creación de un espacio de participación en el que estén representados vecinos, ecologistas, empresarios, pescadores y demás agentes implicados, para coordinar soluciones reales y efectivas.
Ecologistas en Acción concluye su denuncia con un recordatorio: los vertidos de aguas residuales al litoral sanluqueño no solo afectan la calidad ambiental de las playas y el estuario del Guadalquivir, sino que también ponen en riesgo uno de los principales recursos socioeconómicos de la ciudad y el entorno protegido del Espacio Natural de Doñana.