Los murciélagos desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la biodiversidad del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Además de su función ecológica, se han convertido en aliados fundamentales en la lucha contra enfermedades transmitidas por mosquitos, como la fiebre del Nilo Occidental, al ser grandes consumidores de insectos: cada ejemplar puede ingerir diariamente un volumen de mosquitos equivalente a su propio peso, unos 500 individuos.
Este enclave natural alberga, al menos, nueve especies distintas de murciélagos de los géneros ‘Myotis’, ‘Pipistrellus’, ‘Rhinolophus’ y ‘Miniopterus’, que encuentran refugio en un entorno privilegiado, con hábitats como las cuevas de la Peña de Arias Montano o antiguas minas, como la del Soldado o la Reprise. Las dehesas del parque también constituyen hábitats esenciales para su supervivencia.
Conscientes de su valor ecológico, desde el Parque Natural se han puesto en marcha diversas actuaciones para mejorar el estado de conservación de las poblaciones de murciélagos y fomentar una mayor concienciación ciudadana. Entre ellas, destaca un proyecto piloto en colaboración con Endesa centrado en adaptar infraestructuras eléctricas para crear refugios en dispositivos antiescalos instalados en apoyos eléctricos. En una primera fase, se han modificado seis estructuras y, durante los próximos cinco años, se realizará un seguimiento para evaluar su grado de ocupación. Si los resultados son positivos, esta iniciativa podría extenderse a otras líneas eléctricas, contribuyendo así a mitigar su impacto ambiental y favorecer la biodiversidad.
Taller de construcción de refugios para murciélagos fisurícolas en Aroche (Huelva).
La educación ambiental es otro eje clave del proyecto. Gracias al apoyo de la Fundación Endesa, se han desarrollado talleres de construcción de refugios para murciélagos fisurícolas, como el celebrado recientemente en Aroche, donde se construyeron e instalaron 40 unidades en puntos estratégicos. La jornada incluyó actividades prácticas y dinámicas participativas para comprender la importancia ecológica de estos animales, visibilizar las amenazas que enfrentan y destacar su papel como controladores naturales de plagas, una función cada vez más relevante frente al cambio climático.
Estas acciones se complementan con rutas nocturnas de identificación acústica abiertas al público, especialmente dirigidas a la comunidad educativa. Además, desde la oficina del parque se ofrece asesoramiento a ayuntamientos y particulares para garantizar la convivencia con estas especies, tanto en entornos urbanos como en espacios naturales visitables como cuevas, minimizando molestias y preservando las colonias existentes.
El Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche continúa así apostando por una conservación activa, integradora y basada en el conocimiento, valorando a unas especies a menudo incomprendidas, pero vitales para el equilibrio de nuestros ecosistemas y la salud de todos.