jueves, 24 julio 2025

El Hospital Reina Sofía realiza el primer trasplante cardíaco infantil de donante en asistolia en Andalucía

Lucía, de tres años, sufría una miocardiopatía que la ha mantenido ocho meses conectada a un corazón artificial

El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha realizado con éxito el primer trasplante cardíaco infantil procedente de una donación en asistolia de Andalucía. La paciente, Lucía, es una niña de 3 años de Sevilla que llevaba conectada ocho meses a un corazón artificial a consecuencia de una miocardiopatía.

El Hospital Reina Sofía es el único centro andaluz con programa de asistencia cardíaca infantil de media y larga duración y de trasplante cardíaco pediátrico, contando en la actualidad con una amplia experiencia en el manejo de estos pacientes. La directora médica del hospital, Elena García, la familia de Lucía y parte del equipo de profesionales que ha tratado a Lucía durante su estancia en el hospital ha explicado este nuevo logro, fruto de la generosidad de la familia donante y del trabajo conjunto de Pediatría, Cirugía Cardiovascular, Cardiología, la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, Perfusión, Anestesia y la Coordinación de Trasplantes.

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La directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, se suma a las felicitaciones por este gran logro, “que refleja la solidez del programa de trasplante cardiaco infantil del Hospital Reina Sofía, pues el tipo de trasplantes que hoy celebramos precisa una gran sofisticación técnica y organizativa. Enhorabuena a todos los profesionales que lo han hecho posible y gracias a la familia donante, cuya generosidad ha salvado la vida de Lucía”.

Lucía padecía una miocardiopatía que fue empeorando su calidad de vida, según ha detallado su cardióloga, Elena Gómez. La paciente ingresó en noviembre de 2024 en situación crítica y fue estabilizada con una asistencia biventricular, a través del corazón artificial, hasta poder optar al trasplante (en ese momento, su situación clínica impedía que fuera candidata a trasplante).

Posteriormente, cuando experimentó mejora durante su estancia, los profesionales le realizaron un cateterismo cardiaco diagnóstico (estando en asistencia con Berlín Heart), para valorar la indicación de trasplante, lo que finalmente le dio la oportunidad de incluirla en lista de espera.

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Durante este tiempo, la paciente ha permanecido ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP). Según explica el doctor Ignacio Ibarra, responsable de la UCIP, “el hospital atiende una media de entre 350 o 400 ingresos al año y, gracias a las innovaciones tecnológicas como el corazón artificial, podemos ofrecerle una estancia controlada, segura y, también, lo más cómoda posible, ya que este dispositivo permite la movilidad del paciente fuera de la propia unidad, aunque para ello es indispensable el estricto seguimiento y control por parte de profesionales de la unidad y de otros servicios como fisioterapia y rehabilitación”.

Esta situación obligó a su familia a trasladar su residencia habitual a Córdoba desde Sevilla, hasta que finalmente se produjo la oportunidad. Según explica la doctora Elena Gómez, “el trabajo coordinado y en equipo de las diferentes especialidades es clave en estos casos para lograr el mínimo tiempo de isquemia posible y garantizar así las máximas garantías del injerto“.

Este hito refuerza la línea de innovación en donación en asistolia controlada que el hospital impulsa desde hace una década. En este sentido, el coordinador de trasplantes del hospital, Juan Carlos Robles, señala que “esta modalidad de donación nos permite recuperar la función del órgano in situ mediante perfusión regional normotérmica, por lo que la asistolia amplía el número potencial de donantes y reduce la mortalidad en lista de espera infantil”. El doctor Robles ha explicado que este protocolo, aprobado por ONT,  y que ya existe en otros centros a nivel nacional, se activa una vez certificado el fallecimiento de acuerdo con la legislación vigente.

Donación en asistolia: una oportunidad

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La donación cardiaca en asistolia permite aumentar las posibilidades de recibir un corazón para los pacientes que se encuentran esperando. Este tipo de donación se produce cuando, tras retirar las medidas de soporte vital a un paciente sin posibilidades de recuperación, se detiene el corazón y los equipos sanitarios perfunden rápidamente los órganos para garantizar su viabilidad. Mientras que esta modalidad es habitual en riñón, hígado o pulmón, su aplicación al corazón resulta más reciente por el efecto de la parada cardiaca en este órgano, especialmente sensible a la isquemia.

La complejidad del procedimiento, según explica su cirujano cardiovascular José Joaquín Domínguez, radica en la necesidad de minimizar ese efecto negativo y reducir al máximo el tiempo desde que fallece el donante hasta que se perfunde el órgano. Para ello, el equipo quirúrgico debe acceder al corazón donante lo más rápidamente posible y conectarlo a una máquina de circulación artificial que permita preservarlo, así como recuperar su función y comprobar su viabilidad. De esta actuación dependen, en gran medida, los resultados del trasplante.

Es un procedimiento que requiere, por tanto, una gran labor de coordinación y un equipo quirúrgico experimentado, además de un trabajo exhaustivo por parte de los profesionales que llevan el caso antes y después de la cirugía.

Además, según el cirujano, “en la población pediátrica, donde la posibilidad de recibir un corazón es muy escasa, ampliar el abanico de donantes es decisivo: muchos niños esperan durante meses en UCI conectados a dispositivos de asistencia mecánica mientras su salud se deteriora”.

En el Hospital Reina Sofía participan profesionales de Enfermería y técnicos de Cuidados Auxiliares de Enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos y del Área Quirúrgica, Perfusionistas, Coordinación de trasplantes, Pediatras especializados en Cuidados Intensivos y en Cardiopatías Congénitas, Cardiólogos, Anestesistas, Cirujanos Cardiovasculares, entre otros.

Importancia de la humanización

Vivir ocho meses en una UCI conectado a una máquina supone un desafío físico y emocional para cualquier paciente y para su familia. Conscientes de ello, desde el Hospital Reina Sofía se trabaja de manera especial para favorecer que la estancia sea lo más normalizada posible.

Para ello, profesionales de enfermería, fisioterapia, psicología, actividades motivacionales, educación y voluntariado, programaron salidas terapéuticas por el recinto, celebraciones familiares y actividades lúdicas para que Lucía mantuviera rutinas propias de su edad, gracias a que la consola portátil del corazón artificial le facilitaba el movimiento, siempre tutorizada por profesionales de fisioterapia.

La familia de Lucía ha explicado cómo este tipo de actividades han ayudado a normalizar su estancia y a que la experiencia de la paciente (y también de su hermana) haya sido también positiva.

Actividad trasplantadora 2025 (enero-mayo)

En los cinco primeros meses del año el hospital ha realizado 210 trasplantes, 137 de órganos y 73 de tejidos, gracias a la generosidad de 26 familias que elevan la tasa estimada de donación a 82,5 por millón de población, la más alta de su historia. El balance incluye 44 injertos renales, 34 hepáticos, 14 cardíacos —uno de ellos el de Lucía—, 41 pulmonares y cuatro combinados de páncreas-riñón, con tres trasplantes infantiles en total. Desde 1979, el centro ha superado los 10.000 trasplantes y mantiene el liderazgo regional en corazón, pulmón y programas multiorgánicos.

Ninguna de estas cifras y avances habrían sido posibles sin la generosidad de las familias donantes a quienes el hospital agradece su gesto de altruismo y humanidad.

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