Andalucía es la comunidad autónoma que más invierte, en transferencias corrientes, en su sistema público universitario tanto en porcentaje sobre el PIB regional como en esfuerzo sobre su propio presupuesto. Así se desprende de los datos relativos al ejercicio 2024 aportados hoy por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades en el grupo de trabajo creado por la Conferencia General de Política Universitaria (CGPU) para abordar la financiación de la educación superior. La Consejería de Universidad, Investigación e Innovación ha participado en esa reunión en la que se ha comenzado a establecer la hoja de ruta que permita alcanzar el objetivo de financiación pública universitaria del 1% del PIB recogido en la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).
De acuerdo con estas estadísticas, la región andaluza encabeza la clasificación al destinar una tasa del 0,74% del PIB al gasto público en educación universitaria pública, compartiendo ese liderazgo con la Comunidad Valenciana, que también arroja el mismo porcentaje, pero situándose a una distancia evidente con respecto al resto de comunidades. Si se compara con la media nacional del sistema público universitario, ese valor desciende hasta el 0,49%.
De igual modo, si se consideran los fondos invertidos en relación con el presupuesto general con el que contó Andalucía en ese mismo año, también la región lidera el ranking, con un porcentaje del 3,75%, seguida de la Comunidad de Madrid, con un peso de las transferencias corrientes dirigidas al sistema público del 3,69%. La media del conjunto universitario público se sitúa en el 2,96%.
Las estadísticas del Ministerio de Ciencia también analizan la evolución experimentada por esas transferencias corrientes en el periodo comprendido entre 2009 y 2024, dando como resultado un crecimiento para Andalucía del 31,66%, casi diez puntos por encima de la media del conjunto del sistema universitario español, con una tasa del 21,75%.
En esta metodología de cálculo usada por el Ministerio únicamente se tienen en cuenta las transferencias corrientes, que son los recursos que están dirigidos a sufragar el coste de funcionamiento de las universidades, y no se incluyen las transferencias de capital destinadas a hacer frente a los gastos de inversión de las instituciones académicas públicas, que sí contempla Andalucía en su modelo de financiación universitaria. Atendiendo a ello y a los fondos que reciben los campus andaluces de todos los departamentos de la Junta al margen del modelo, el peso de la financiación universitaria en el PIB regional se vería incrementado muy por encima de ese porcentaje, llegando a aproximarse, sólo la aportación de la Junta, al 1% del PIB que determina la LOSU.
En este sentido, el consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, ha explicado que, “teniendo en consideración todas esas partidas, es muy probable que, en 2025, la financiación que inyecta la Junta a la educación superior alcance ya el 1%”. En cualquier caso, ha querido matizar que “este esfuerzo presupuestario seguirá una trayectoria alcista que se verá nuevamente reflejado en las cuentas de 2026”.
El pasado año, el Ejecutivo autonómico dedicó a las universidades públicas vía modelo de financiación y teniendo en cuenta ambas transferencias un montante de 1.708,1 millones de euros, una cifra que se ha incrementado considerablemente en 2025, con una dotación que suma actualmente más de 1.758 millones.
Para Gómez Villamandos, ambas cuantías ponen de manifiesto el compromiso de la Junta con la educación pública universitaria, a la que viene destinando presupuestos “históricos” desde el año 2019, con la llegada del Gobierno de Juanma Moreno. En este contexto, ha recordado que, “desde 2018 hasta ahora la financiación en esta materia se ha incrementado en más de un 30%”. “Somos el gobierno que más invierte en el sistema público, algo que reconoce el propio Ministerio”, ha apostillado.
Por otro lado, de acuerdo con la información aportada en el grupo de trabajo, las instituciones académicas públicas de Andalucía fueron las que más transferencias corrientes y de capital recibieron en 2024, sumando los fondos de todas las administraciones -autonómica, nacional y europea- y de los organismos internacionales. Esa aportación se cuantifica en 2.095 millones de euros, lo que representa un 0,99% del PIB de la comunidad en ese ejercicio. Ambos valores vuelven a elevar a la región al primer puesto de la clasificación.





