¿Cuántas emisiones contaminantes se emiten a la atmósfera por utilizar los equipos de aire acondicionado o de calefacción de nuestra vivienda o empresa? ¿Y las luces que encendemos o el ascensor que cogemos cada día? Es algo invisible, pero al generar la energía que consumen los edificios en los que vivimos, trabajamos, compramos o tomamos un café, se producen gases de efecto invernadero -GEI- (como el dióxido de carbono -CO2- o los gases fluorados) cuando ésta procede de combustibles fósiles. No en vano, en Andalucía, el sector residencial y de servicios es el responsable del 19% de todas las emisiones contaminantes de CO2 que se producen en nuestra Comunidad.
Para intervenir de forma efectiva en la lucha contra el cambio climático y evaluar las posibles medidas a implementar para reducir nuestra huella de carbono es necesario conocer la totalidad de gases de efecto invernadero que liberamos a la atmósfera por efecto directo o indirecto. Y esto es lo que ha hecho la Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Industria, Energía y Minas, que ha identificado las emisiones que genera su actividad administrativa calculando y registrando por primera vez su huella de carbono como organización en el Registro del Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE) de la Junta de Andalucía, un régimen voluntario mediante el que las empresas y entidades públicas muestran su compromiso de participación activa en la lucha contra el cambio climático.
Y el resultado ha sido muy positivo, ya que la entidad solo emite 3,19 toneladas de CO2 equivalentes, el equivalente a las emisiones anuales de un turismo medio que use gasolina, pese a que edificio está operativo una media de 220 horas al mes. En este cálculo se han considerado las emisiones indirectas ocasionadas por el consumo de electricidad de su sede (climatización, luminaria, equipos informáticos, ascensores, etc.), así como las emisiones directas derivadas del consumo de combustibles fósiles en equipos, como los grupos electrógenos, en el vehículo híbrido y el ciclomotor que componen su flota.
Alcanzar una ratio de emisiones tan baja ha sido posible gracias a las obras de rehabilitación energética que ha llevado a cabo la entidad en su sede, donde, entre otras medidas: se ha mejorado el aislamiento térmico de la cubierta; se han instalado 130 paneles solares fotovoltaicos y dos baterías de almacenamiento con las que se cubre más de la mitad del consumo total del edificio; se ha renovado la climatización y la iluminación interior; y se han sustituido las ventanas metálicas por otras de mejores prestaciones energéticas.
Estas actuaciones en materia de eficiencia energética y energías renovables que han posibilitado un ahorro del 55% del total del consumo eléctrico del edificio de la Agencia, evitando la emisión de 104,71 toneladas de CO2 anuales a la atmósfera. Además, la entidad es un centro de Consumo Adherido a la Red de Energía de la Administración de la Junta de Andalucía (REDEJA), que también gestiona, por lo que toda la energía que consume tiene Garantía de Origen Renovable, lo que supone que el 100% de la electricidad consumida procede de fuentes limpias.
La realización del registro en el SACE también le ha servido a la Agencia para identificar que la principal fuente de emisión proviene ahora de los vehículos, por ello, está ejecutando un Plan de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que prevé reducir esta huella de carbono un 95% en 2026, con la incorporación de vehículos eléctricos enchufables de alta autonomía que son recargados en sus instalaciones con energía de su propia instalación fotovoltaica.
Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE)
Las administraciones públicas, empresas e industrias tienen un importante cometido en la transición hacia un modelo energético más sostenible y la medición de su huella de carbono es un primer paso para hacer frente al reto de la descarbonización. Creado en la Ley 8/2018, de 8 de octubre, de medidas frente al cambio climático y para la transición hacia un nuevo modelo energético en Andalucía, el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE) facilita que las empresas evalúen de manera voluntaria sus emisiones (mediante la herramienta facilitada por el SACE y posterior Informe de emisiones), definan una serie de actuaciones para reducir las emisiones (con un Plan de Reducción) y lleven a cabo las actuaciones programadas (mediante la Ejecución del Plan). Además, las emisiones que no se puedan reducir pueden ser compensadas mediante proyectos de compensación o de autocompensación de emisiones.
Según datos de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta, gestora del SACE, hasta el primer trimestre de 2025 ya hay registradas 309 organizaciones y 589 huellas de carbono, siendo la Agencia Andaluza de la Energía la tercera entidad de la Junta en contar con este sello, tras la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente y la Agencia de Medio Ambiente y Agua.





