Sanlúcar de Barrameda no dispone en la actualidad de un protocolo municipal de actuación frente a tsunamis, ni tiene previsto activarlo a corto plazo, como sí sucede en otras localidades de nuestro entorno. Así lo han confirmado fuentes municipales a Barramedia ante la inquietud generada por la participación de la ciudad en el simulacro ‘Respuesta25’ anunciado por la Junta de Andalucía, y que hará que todos los teléfonos móviles lancen un aviso sonoro como entrenamiento ante catástrofes naturales.
Chipiona, Huelva o Cádiz han comenzado en los últimos años a diseñar protocolos locales, acciones formativas en centros educativos y simulacros de evacuación periódicos, ante la posibilidad de un tsunami en la costa atlántica andaluza. En Sanlúcar, sin embargo, no se han adoptado medidas similares y la ciudadanía no recibirá indicaciones sobre cómo actuar durante el simulacro de maremoto, más allá de la guía base publicada por la propia Junta en su página web.
El ejercicio de simulacro consistirá en el envío de un mensaje de alerta simulado a todos los teléfonos móviles, a través del sistema Es-Alert, entre las 09:00 y las 10:30 horas del jueves 20 de noviembre. En Sanlúcar, cuando el aviso suene, no habrá que evacuar ni seguir instrucciones concretas. Bastará con apagar la notificación, según han indicado las fuentes consultadas.
La ausencia de medidas de preparación contrasta con el precedente histórico del tsunami de 1755, provocado por el Terremoto de Lisboa, cuyas olas alcanzaron con fuerza la Bahía de Cádiz y afectaron tanto a Chipiona como a Sanlúcar. En la ciudad, aún queda una marca de aquel desastre natural y puede observarse a simple vista en una de las columnas interiores del Palacio de los Duques de Medina Sidonia, que permanece desplazada desde entonces.
Es precisamente en este acontecimiento histórico en el que se ha basado la localidad vecina de Chipiona para convertirse en población ‘Tsunami Ready’, pudiendo consultarse en tsunami.aytochipiona.es algunas de las medidas aplicadas por el Ayuntamiento de Chipiona para concienciar y preparar a la población ante la llegada de una catástrofe de estas características.
A pesar del riesgo considerado bajo, el golfo de Cádiz está identificado como una zona con posibilidad de actividad sísmica y riesgo de maremotos, por lo que cada vez más municipios han comenzado a reforzar sus mecanismos de prevención. En el caso de Sanlúcar esto continuará siendo, al menos de momento, una tarea pendiente.









